Svendborg, 1938

El título de este poema de Brecht, que escribió como las palabras liminares de su Svendborger Gedichte, publicado en 1939 (de hecho esa primera edición dinamarquesa, impresa en Londres, incluía los ocho versos en una faja que rodeaba el libro), es una puesta en valor de la coyuntura: lugar y fecha.

Svendborg, como se sabe, es la localidad dinamarquesa donde Brecht pasó buena parte de su exilio, entre 1933 y 1939. Sus biografías destacan que, apenas inició el periplo de desplazamientos, le confió a algunos amigos la previsión de que su alejamiento de Alemania no podría durar más de cinco años; fueron quince. Algunas ediciones en español presentan esta etapa de sus versos bajo la denominación “poemas desde el exilio”, evitando el nombre propio de esa localidad, Svendborg, donde en una casa con techo de paja a dos aguas había escrito –según cuenta Benjamin– “La verdad es concreta” en uno de los tirantes que la sostenían. El sentido de la oportunidad para ofrecer acá y ahora una nueva versión de este poema es inseparable del carácter necesariamente precavido de su uso, tal como el mismo poema plantea. En principio, se trata de tener el cuidado de considerar la singularidad de cada coyuntura y, por tanto, de evitar equivalencias dramáticas injustificadas. A propósito, no habría que perder de vista que tal vez parte de la tarea actual consista todavía en reconocer los nombres adecuados para las particularidades de este presente de Argentina y buena parte de América Latina. Una preocupación de este orden anima “Svendborg, 1938”: Brecht llevaba ya casi seis años en el exilio y era capaz de sospechar que sus observaciones sobre el presente alemán tal vez carecieran, por falta de datos confiables, de la precisión indispensable. ¿Cómo mantener una lucha sin términos y conceptos adecuados? Por eso el elemento que sostiene la intención sincrónica de esta versión es esa capacidad explícita y radical, presente estratégicamente en el verso final, de atreverse a poner en duda todo lo aprendido. O, en todo caso, la voluntad extraordinaria de estar dispuesto a aprender, nada más y nada menos, que ¡todo de nuevo! Con el detalle de que, tramada por la distancia, la emoción y las memorias compartidas, la escena ansiada de ese nuevo aprendizaje solo puede ser imaginada colectivamente. •

Bahía Blanca, marzo de 2016.

Texto mecanografiado del poema “Svendborg, 1938”. Akademie der Künste, Berlin, Bertolt-Brecht-Archiv, n° 0356 05.

 

Sergio Raimondi: Poeta y docente universitario (UNS).